El lingüista Ferdinand Saussure asegura al
construir la teoría del signo lingüístico que este rige su funcionamiento a
través de cuatro principios.
Para refexionar:
"La lengua es inmutable sincrónicamente y
mutable diácronicamente"
Así, el principio de arbitrariedad establece que no hay un proceso natural, lógico o racional que una al significado con el significante, esta unión es arbitraria o inmotivada. El principio de linealidad por su parte, considera que tanto en el habla como en la escritura se observa una sola dimensión: la línea.
Sin embargo y ante la afirmación de que la lengua es inmutable sincrónicamente y mutable diacrónicamente, es necesario referirse tanto al principio de inmutabilidad como al de mutabilidad. Estas características que en principio parecen opuestas recaen sobre el signo lingüístico ya que este no puede cambiarse a voluntad de un hablante ya que su sentido es histórico y compartido por toda la comunidad, sin embargo, puede variar a lo largo del tiempo.
La lingüística sincrónica se ocupará del carácter estático de la lengua y la diacrónica su evolución.
Así, el principio de arbitrariedad establece que no hay un proceso natural, lógico o racional que una al significado con el significante, esta unión es arbitraria o inmotivada. El principio de linealidad por su parte, considera que tanto en el habla como en la escritura se observa una sola dimensión: la línea.
Sin embargo y ante la afirmación de que la lengua es inmutable sincrónicamente y mutable diacrónicamente, es necesario referirse tanto al principio de inmutabilidad como al de mutabilidad. Estas características que en principio parecen opuestas recaen sobre el signo lingüístico ya que este no puede cambiarse a voluntad de un hablante ya que su sentido es histórico y compartido por toda la comunidad, sin embargo, puede variar a lo largo del tiempo.
La lingüística sincrónica se ocupará del carácter estático de la lengua y la diacrónica su evolución.
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Sobre Ferdinand Saussure:
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