Teoría y crítica
literaria
La
función esencial de la teoría literaria es la de analizar o interpretar a la
obra literaria. De esta manera “la ciencia es siempre posterior a la obra literaria”. Así,
esta teoría se perfila a ser un saber de conceptos que genera conocimiento de
tipo categorial.
Desde
esta óptica, la teoría de la literatura explica los conceptos objetivados
formalmente en los materiales literarios. Por ejemplo, en una novela se
objetiva el concepto de narrador, es ahí cuando esta teoría literaria tendrá
que estudiar ese concepto y estipularlo: personaje o figura literaria que
cuenta una historia.
Por
otro lado, la crítica es una reflexión metodológica que intenta descubrir y
analizar la construcción de la obra de arte respecto a otras de sus series.
Entonces, el objeto de la crítica literaria es el texto literario en sí mismo.
En síntesis, no se estudian conceptos sino que se estudian ideas que ya han
sido objetivadas en los materiales literarios.
Según
Roland Barthes en Ensayos críticos -tal como expresa el material de estudio-
“la crítica literaria es un metalenguaje; es decir, un discurso sobre el
discurso. Un discurso disciplinario aplicado sobre un discurso artístico”.
Para
finalizar y pasar en limpio, la crítica trabaja con los conceptos previamente
elaborados por la teoría literaria, esta última se perfila a ser un saber
filosófico. Asimismo, bajo esta lógica, es acertado hablar de una filosofía de
la literatura.
Dos visiones
Teniendo
en cuenta lo anteriormente
mencionado, en el texto complementario Apuntes sobre teoría literaria, se
destacan dos momentos: uno que sucede primero y uno que sucede después, se
categorizan bajo las siguientes expresiones:
A
priori: momento en el que se realizan, en general, las normas sobre la creación
literaria. Es decir, que se da antes de la experiencia. De este modo, la teoría
literaria es una serie de principios, normas y saberes acerca de qué es y cómo
se construye la literatura.
A
posteriori: cuando el teórico se ocupa tanto de la teoría literaria a priori
como de la construcción de la obra literaria, la experiencia o el hecho. Se
desarrolla mediante la reflexión y el análisis sobre el objeto literario dado.
***
Modelo:
autor--- obra
---lector
Autor---obra---lector,
es un circuito comunicativo que relaciona tres elementos o tres partes de modo
directo, a los fines prácticos podríamos recuperar los conceptos del modelo de
comunicación establecido por la lingüística de emisor, mensaje y receptor.
Aunque más adelante citaremos dos elementos más: referente y código.
La obra hace referencia al texto, “un hecho objetivo y
cultural” que comparte el espacio con
otros de su clase. Así, entre el autor - escritor que vive en un tiempo y en un
lugar determinado dentro de una sociedad particular- y el lector media la
literatura, por lo que, si los códigos no son los mismos no hay comprensión, ni
reflexión en este modelo de comunicación.
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